Acapulco, Gro., 17 de mayo de 2024.- El ciclón Aletta, uno de los fenómenos meteorológicos más poderosos de la temporada, ha impactado severamente el estado de Guerrero. Con vientos sostenidos de 150 km/h y ráfagas que superaron los 180 km/h, Aletta trajo consigo intensas lluvias y marejadas que afectaron a gran parte de la región costera y a varias comunidades del interior del estado.
La Coordinación Estatal de Protección Civil de Guerrero emitió alertas tempranas y coordinó esfuerzos con las autoridades municipales para preparar a la población ante la llegada del ciclón. Se establecieron refugios temporales en Acapulco, Zihuatanejo y otras localidades vulnerables, y se evacuaron preventivamente a miles de personas que residían en zonas de alto riesgo de inundación y deslizamientos.
El impacto de Aletta ha sido considerable. Las fuertes lluvias provocaron deslaves en áreas montañosas y desbordamientos de ríos, afectando gravemente la infraestructura vial. Carreteras principales y caminos rurales han quedado intransitables debido a los escombros y el agua acumulada. Además, varias comunidades han reportado daños significativos en viviendas y establecimientos comerciales, así como interrupciones en los servicios básicos de electricidad y agua potable.
En las zonas costeras, las marejadas causaron erosión y destrucción de infraestructura turística, afectando la economía local, especialmente en Acapulco, donde varios hoteles y restaurantes sufrieron daños. Las autoridades locales y federales han comenzado los trabajos de evaluación y recuperación, priorizando la restauración de servicios básicos y el apoyo a las familias afectadas.
La respuesta a esta emergencia ha sido rápida y coordinada. La Guardia Nacional y el Ejército mexicano han desplegado unidades para asistir en las labores de rescate y distribución de ayuda humanitaria. Además, organizaciones no gubernamentales han colaborado proporcionando alimentos, agua y medicinas a las comunidades más afectadas.
El ciclón Aletta subraya la importancia de las medidas preventivas y la preparación comunitaria ante desastres naturales. Aunque los daños son significativos, la acción oportuna de las autoridades y la colaboración de la ciudadanía han sido fundamentales para minimizar las pérdidas y proteger vidas humanas. A medida que Guerrero avanza en la recuperación, la resiliencia y la solidaridad se convierten en pilares esenciales para superar los retos dejados por este potente ciclón.